martes, 31 de mayo de 2016

Presentacion Power Point

PROYECTO 1 3ºC T/M


Postura ética ante los estereotipos de género y la discriminación en los medios de comunicación y las redes sociales.

Los medios masivos instalan en el público creencias, modelos, conocimientos, valores y opiniones acerca de su entorno.  Desde tiempo atrás han deslizado ideas e imágenes generalizadoras, simplificadoras y caricaturescas sobre tipos de personas o formas de vida o de conducta, que abierta o sutilmente incitan al rechazo o a la exclusión.

La construcción de una democracia pasa hoy día  por la expresión y estímulo de la diversidad social y política, por el fomento y la tolerancia a las diferencias, por el derecho a la información, por el respeto a la libertad de prensa, por la divulgación de las variadas opciones políticas e ideológicas, por el reconocimiento a la divergencia y el debate, pero también por la necesaria expresión de las minorías, por el estímulo y reflejo de la participación social, y por el establecimiento de compromisos prodemocráticos por parte de las instituciones mediáticas.

Pese a la importancia capital de los medios de comunicación en la construcción política del país, lo cierto es que éstos no están exentos de graves vicios, pobrezas y desatinos cuyo arraigo induce realmente un retraso en el camino hacia la democracia.

Una de esas prácticas cuestionables consiste precisamente en la creación de estereotipos. Para nadie es una novedad saber que los medios masivos instalan en el público creencias, modelos, conocimientos, valores y opiniones acerca de su entorno. Y desde tiempo atrás han deslizado ideas e imágenes generalizadoras, simplificadoras y caricaturescas sobre tipos de personas o formas de vida o de conducta, estos limitan a las personas para desarrollar plenamente sus habilidades, que abierta o sutilmente incitan al rechazo o a la exclusión, los estereotipos de género crean una imagen concreta estética sobre clases sociales lo cual genera cierto grado de rechazo, discriminación es cualquier forma de maltrato que haga sentir inferior a una persona o comunidad, tanto sea por su género, etnia, religión, aspecto físico, posición política, o condición social o económica.

La discriminación en  Internet  se produce de muchas maneras: acoso por mail o mensajeros instantáneos (messenger, gtalk, etc.); creación de grupos en contra de una persona o comunidad en redes sociales como Facebook, difusión de imágenes con fines de burla; juegos en los cuales se agrede a determinada persona.

El homosexual de voz afeminada, el indígena torpe y aturdido, el rockero escandaloso y drogadicto, el ama de casa entubada y abstraída por los dramas telenoveleros, el burócrata lento y flojo, los nacos mal vestidos y mal hablados. Trazos estos que suelen aparecer en los programas de comedia, películas, telenovelas e incluso anuncios comerciales y espacios periodísticos. Estereotipos y etiquetas que van incorporándose en nuestra visión del mundo como algo natural y cotidiano. Pero se trata de una lenta estigmatización cotidiana que no se advierte en primera instancia por lo familiar y lo repetitivo, pero que a largo plazo encamina prejuicios y más adelante puede generar conductas o percepciones desfavorables hacia esas personas aprisionadas en nuestros cartabones humanos.

Otra forma de violencia

Cuando se habla de violencia, regularmente se alude al uso de la fuerza física o verbal para causar daño a otra persona u obtener una ventaja a su costa. Un científico social, sin embargo, Johan Galtung, distingue tres clases de violencia:

1. La violencia directa: la que causa daño material, saca sangre, provoca conflictos armados y genera efectos evidentes: muertos y heridos.

2. La violencia estructural: no se ve pero causa explotación por parte de una minoría que ocupa el poder. Produce leyes y exclusión.

3. La violencia cultural: no la vemos pero se halla en la mente de la gente: racismo, homofobia, machismo… en gran parte promovida por los medios.

En este contexto nos atrevemos a señalar que, casi de forma subliminal, y quizás sin un plan preestablecido, no pocos medios de comunicación incurren en una especie de violencia cultural con la excesiva difusión de contenidos plagados de estereotipos.  Si bien éstos ya circulan en el entramado social, el hecho de que reboten machaconamente vía los medios contribuye a adoptarlos sin cuestionar.

Es decir: los sectores populares acostumbran aceptar pasivamente la interpretación de sus esquemas de realidad que le ofrecen los medios electrónicos. Miradas de patrones que rayan en la superficie y muy pocas veces trascienden la anécdota para ahondar en las entretelas sociopolíticas o psicosociales de los individuos estereotipados y sus circunstancias.

Caminos posibles

Todo lo anterior nos obliga a reflexionar de manera conjunta, frontalmente y sin ambages sobre los caminos posibles

1) Sin duda resulta indispensable abrir el debate público que coloque el tema de los derechos humanos, la discriminación y los medios de comunicación, como parte fundamental de la agenda democrática del país. A ese respecto tienen la palabra los grupos de la sociedad civil, las universidades, los comunicadores y los organismos de derechos humanos como el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación para evitar así malas prácticas.

2) Promover la apertura de foros  periodísticos donde se fomente la comunicación intercultural que, de acuerdo con Estrella Israel Garzón, busca centrarse en el protagonismo informativo de mujeres y grupos minoritarios.

Se trata –añade Estrella– de una postura activa con respecto a la existencia y reconocimiento de la diversidad individual, grupal y cultural y del derecho a la diferencia a fin de propiciar campos comunes para el diálogo y la solidaridad.

3) Crear programas universitarios sobre medios de comunicación, estereotipos discriminatorios, cultura y democracia, que  impulsen la realización de estudios en torno a este tipo de fenómenos y pugnen por la formación periodística en materia de comunicación intercultural, como plantea Estrella Israel.

4) Constituir  –desde la academia o por parte de grupos civiles o entidades autónomas–  observatorios de medios informativos enfocados específicamente a temas relativos a la discriminación, estereotipos y grupos minoritarios, con el fin de monitorear, y en su caso criticar o cuestionar, el ejercicio informativo de los comunicadores respecto de esas vertientes.

Responsabilidad

Hablar de estereotipos discriminatorios en los contenidos emitidos por los medios supone, pues, convocar a una mayor búsqueda de ecuanimidad, visión y equilibrio  o, lo que es lo mismo, promover un nivel más elevado de responsabilidad en la comunicación y particularmente en el ámbito periodístico.

Esto último no es cualquier cosa. Porque ser responsables significa hacernos dueños plenos de nuestras decisiones y responder de ellas frente a los otros al grado de asumir costos y beneficios. Implica además saberse libres al mirar y elegir; mirarse en el otro al actuar; reconocer y abrevar de la diferencia; humildad para enmendar y disposición para aprender.

Esta responsabilidad personal no es ajena a la responsabilidad colectiva que los medios conllevan al asumir entre sus mayores afanes el de contribuir al autoconocimiento de los miembros de una comunidad para definir sus destinos; el de concitar la expresión ciudadana para el progreso social; el de aportar sano esparcimiento; el de fiscalizar el ejercicio público para inhibir abusos, arbitrariedades e injusticias; el de coadyuvar a elevar el nivel educativo y cultural de la gente; el de hacer más comprensible el mundo y nuestro país para armonizar las relaciones humanas; y el de contribuir al entendimiento, la comprensión  y la comunicación entre las personas y comunidades distintas entre sí.

En suma: cuando se perfila claramente la conciencia de la responsabilidad, los estereotipos pueden comenzar a combatirse.

 Uno de los principales estereotipos que explota en los medios de comunicación y las TIC es el género. El uso de estereotipos vinculados al género, como la atribución sistemática de características y competencias contrates de hombres y mujeres califica o descalifica a estos y estas, por ejemplo, para desempeñar cargos públicos.

En el caso de las mujeres se le sigue presentando en la esfera del hogar, del cuidado de los demás, de los sentimientos y emociones de la maternidad. Mientras que los hombres se relacionan con el poder, el espacio público, la nula expresión de las emociones y la fuerza.  El hombre y la mujer se inscriben en papeles tradicionales: los productos de limpieza, los electrodomésticos se dirigen a las amas de casa. Mientras que los hombre aparecen en los ambientes de trabajo como triunfadores con automóviles lujosos haciendo uso de las TIC, mujeres hermosas los acompañan haciéndolos parecer exitosos, guapos, ganadores.

Hoy en día estamos insertos en una sociedad donde lo más el desarrollo de las sociedades se produce a través de los intercambios de información, vivimos la era de las comunicaciones. Desde sus comienzos, donde su función era netamente informar y comunicar, los medios de comunicación han cambiado mucho llegando en muchos casos a desvirtuarse sus objetivos y convertirse en elementos manipuladores de la sociedad.

Los medios de comunicación juegan un papel importante en el enriquecimiento social y estamos totalmente ligados a ellos, desde escuchar las noticias por la radio, hasta realizar compras vía Internet. , tanto es así que estamos en un punto donde estas nos dominan; guían el curso de nuestras vidas y dictan nuestras formas de conducta. Es en ese punto donde los seres humanos deberíamos dibujar la raya y establecer un límite, pero nuestros ojos se enceguecen y nos dejamos llevar adoptando lo que los medios nos dictan..... Es aquí donde se forman los estereotipos, modelos de conducta que se convierten en esquemas profundamente arraigados en nuestras mentalidades al punto que los adoptamos como parte de la “naturalidad” humana.  Cuando prendemos la televisión, la radio o abrimos una revista, le estamos abriendo la puerta de nuestro hogar y de nuestra mente a una serie de ideas y de imágenes que, si bien, por un lado, reflejan la realidad, nos informan y nos entretienen, por otro lado presentan una visión reducida y tendenciosa de cómo vivir, como pensar, como vestir, como SER.  En la actualidad existen muchos estereotipos que pueden deberse a diferentes características como clase social, edad, religión, etnia, sexo, y la lista podría llenar esta página y los medios de comunicación son uno de los principales culpables ya que a través de muchas estrategias comerciales logran establecer modelos de conducta o apariencia que la mayoría de las personas tratará de adquirir. La comunicación presenta estereotipos de casi todos los “tipos” de persona (hombre, mujer, niño, anciano, político, dueña de casa, homosexual y un largo etcétera).

En la publicidad actualmente, los más jóvenes son los principales clientes tienden a ser menos reflexivos con respecto a que necesitan, suelen comprar por impuso, por seguir la moda, para insertarse entre su grupo de amigos compañeros, para ser aceptados.

Entonces ellos hasta cierto grado obligan a sus padres a realizar compras de los artículos que a ellos les gustan" la publicidad vende estereotipos a los jóvenes, las jovencitas por ejemplo se les diseña la imagen de una piel tersa, clara, figura esbelta, color de ojos, labios, marca de sus ropa, etcétera, y el estereotipo femenino suele estar compuesto por creencias tales como que las mujeres son emocionales, débiles, sumisas, dependientes, comprensivas, cariñosas y sensibles a las necesidades de los demás.

No obstante, esto no quiere decir que en realidad lo sean, tan sólo que tienden a ser percibidas de este modo. Por otra parte, según el estereotipo masculino, los hombres son duros, atléticos, dominantes, egoístas, agresivos, competitivos y con tendencia al liderazgo. Sin embargo, esto tampoco se corresponde necesariamente con la realidad, sino que se trata de una percepción generalizada, se crea con la intención de afectar el subconsciente de ellas  sean consumidoras cautivas de las marcas anunciadas en los medios de comunicación.

La publicidad emplea los más diversos recursos para captar la atención del consumidor. Estas estrategias se relacionan con la manera en que se utilizan las imágenes, el medio que se emplea para hacer llegar el mensaje y los símbolos de identidad que se enfatizan.
Para influir en el consumidor, la publicidad se apoya de distintos recursos como:

* Las marcas
* La mercadotecnia
* Publicidad engañosa
* Publicidad subliminal
* El mensaje emocional
* Las repeticiones

La publicidad dirigida al adolescente adopta temáticas que responden a aspectos esenciales de su vida. Como la atribución sistemática de características y competencias contrates de hombres y mujeres califica o descalifica a estos y estas. Por eso, hoy en día, no es casual ver que los anuncios exploten cada vez más la problemática de los más jóvenes a partir de la amistad, la libertad, la autenticidad, el amor y el respeto. Se recrean vivencias comunes e ideales que ellos atraviesan en algún momento de esta etapa.

“Hablar su lenguaje, tratar sus temas. Esa es la mejor manera de llamar su atención”, señalando que la inclusión en los avisos de factores como la música y el humor constituye un recurso “aceptado y celebrado”.
Por eso hoy en día los publicistas deben tener en cuenta otros aspectos a en cuanto a la definición de una “estrategia de publicidad” ya que el segmento adolescente está en un constante cambio debido a la inserción tan fuerte que tiene en sus vidas una cuestión tan importante como lo es la tecnología.

Cuestiones como la individualización y el “new look” son ideas muy propias en los jóvenes de nuestros días. Es muy claro el papel del consumo en la identidad no solamente de los jóvenes, sino en la construcción de la identidad de otras generaciones también. Pero, probablemente, entre los jóvenes, el consumo, la idea de cierta identidad respecto de qué me pongo, qué cosas compro, sea más fuerte que en otras generaciones donde esto debía tener un papel más secundario.

Los estereotipos de género pueden definirse como un conjunto de creencias compartidas socialmente acerca de las características que poseen hombres y mujeres, que crean una imagen concreta estética sobre clases sociales lo cual genera cierto grado de discriminación porque  se suelen aplicar de forma indiscriminada a todos los miembros de uno de estos grupos.
Sin embargo, y aunque este aspecto pudiera parecer positivo a simple vista, lo cierto es que el hecho de no tener en cuenta las características individuales suele derivar en interpretaciones sesgadas e imprecisas, dando lugar a situaciones extremadamente negativas en las que se justifican y legitiman actitudes discriminatorias y sexistas hacia las mujeres.

Conclusión

En base a lo ya revisado podemos concluir que los medios de comunicación ejercen una notable influencia en las personas, toda vez, que sus contenidos están encaminados a acaparar la atención de la audiencias, sin embargo hay momentos en que estos medios utilizan contenidos por demás discriminatorios que influyen de manera importante en la opinión pública y en los criterios de las personas que los ven o escuchan. Situación que se ha acrecentado en los últimos años, sobre todo si le agregamos a lo anterior la incursión de la tecnología atraves de las redes sociales. Lo cual ha crecido de manera agigantada entre las personas, principalmente entre los jóvenes y que ha dado lugar a múltiples actos discriminatorio llegando al grado de generar violencia y actitudes agresivas.

Por lo que se debe considerar que cada ser humano debe de contar con un criterio propio libre de influencias negativas externas y estigmatizantes y que antes de opinar o criticar algún aspecto de otra persona que no lo considere apropiado es importante que primero la conozca antes de formarse una opinión sobre la misma, de esta manera así existiría más respeto entre los seres humanos.

Fuentes De Información: